miércoles, 25 de agosto de 2010


Nazco de nuevo y empiezo a escribir

Estuve en una clase sobre papiros. Lo que uno escribía o leía en ellos era un presente e inmediátamente un pasado del que no había fácil retorno. Era tán frágil el material que, al volverlo a enrollar y desenrollar para leer el principio, podía estropearse y correr el peligro de perderse para siempre. Mucho más trabajo hubiera sido compararlo con otros textos de otros papiros.

Dadas así las circunstancias, uno se encontraba con un único marco en el papiro, que era totalmente abandonado al empezar una nueva lectura o incluso al continuar sobre un párrafo nuevo. Entonces, aquella nueva lectura pasaba a ser el único marco. No se podía ver otra cosa que la que había frente a sus ojos, por la delicadesa del material.

Tan frágil soy, tan frágil mi cuerpo, tan frágil donde estoy parada, tan frágil mi identidad, tan frágiles nos definen. Como los pocos papiros, cuyas obras hoy están en la biblioteca y nadie entiende como tuvieron "tanto culo" (perdón por la frase que heredé y apropié) para subsistir tantos años.

UNA REVERENDA PÉRDIDA DE TIEMPO PERMANECER EN MI LUGAR, EN MI MARCO SOLO PORQUE PUEDO ROMPERME. ASÍ NO VAMOS A SOBREVIVIR. MENOS VIVIR. VEAMOS QUE LO POCO QUE HA SUPERVIVIDO AL TIEMPO FUE LO QUE SE ARRIESGÓ A SER VISTO BAJO MIRADAS DE ÉPOCAS MUY DIVERSAS Y SOBRETODO AQUELLO QUE SE ANIMÓ A VER LAS COSAS DIFERENTE.

Acepto que soy frágil, pero eso no me detiene. No voy a esperar a tener "suerte", voy a actuar. ¿Cómo? entregando lo que soy. Solo de esa manera puedo ver las cosas diferente, hasta comprender al otro. Correrme de mi marco. Ver más allá quizá solo signifique mirar hacia mi costado.

Y empiezo por entregar mi nada y vivir. No teniendo más palabras y siendo solo significante. Finalmente nazco de nuevo y empiezo a escribir.